Buscar este blog

Facebook Google+ Twitter RSS

miércoles, 11 de julio de 2018

Inteligencia Artificial -IA

Hoy el mundo ha puesto sus ojos en la Inteligencia Artificial: tecnología que imita las funciones cognitivas del ser humano. Estamos en el umbral del cambio más transformador y disruptivo de la historia de la humanidad. Todos los gadgets y desarrollos que hasta hace algunos años simplemente obedecían, hoy pueden aprender y mañana pensarán por sí mismos. Es una realidad que la Inteligencia Artificial (IA) o Machine Learning cambiará por completo nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestras creencias y la manera en la que operamos como sociedad. La IA provocará más cambios en los próximos 20 años que en los últimos dos mil. Las advertencias al respecto ya han comenzado: hace apenas unos meses Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, afirmó en una conferencia ante jefes de gobierno de Estados Unidos, que la Inteligencia Artificial supone un riesgo fundamental para la existencia de la civilización humana. Por su parte, Stephen Hawking, dijo en el 2014 que “la Inteligencia Artificial augura el fin de la raza humana”. Otros críticos, menos distópicos, ya están advirtiendo que al menos 50% de los empleos que hoy realizan humanos serán reemplazados por inteligencias artificiales. En países en vías de desarrollo, el Banco Mundial pronostica que esta cifra ascenderá hasta 65%. En la última edición de SXSW (Congreso Internacional de Tecnologías y Tendencias en Austin, Texas) se habló de que:
  • La IA reemplazará el 83% de los trabajos que ganan menos de 20 dólares la hora
  • La IA reemplazará el 31% de los trabajos que ganan hasta 40 dólares la hora
  • La IA reemplazará el 4% de los trabajos que ganen más de 40 dólares la hora
Mientras que no se puede negar que los trabajos cambiarán a raíz de lo que está siendo llamada la Cuarta Revolución Industrial, personalmente creo que, al igual que en las tres revoluciones anteriores, las nuevas tecnologías liberarán el potencial de nuestra sociedad. Debemos sentirnos afortunados de poder ser testigos de este momento. La implementación de tecnologías de IA se verá reflejada en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, desde los más grandes hasta los más pequeños. No se trata de imaginarnos robots complejos y antropomorfos que imiten a los seres humanos, sino de aparatos tan comunes como automóviles inteligentes, analizando datos y aprendiendo por si mismos (en conjunto) para volverse más eficientes, más funcionales e incluso autónomos. Está siendo hora de que se deje de temer a la Inteligencia Artificial y de que se empiece a ver como una gran oportunidad, que está a la vuelta de la esquina.

Lo que más me emociona del futuro cercano es la forma en la que estas nuevas tecnologías afectarán el modo en el que tomamos decisiones y operamos como sociedad. Hoy, sin darnos cuenta, ya somos “humanos aumentados”, consumimos tecnología de una forma ubicua, maximizando nuestras capacidades en más sentidos de los que nos damos cuenta: nos recomienda que ver y que escuchar, encuentra para nosotros el camino más directo y con menos tráfico en casi cualquier ciudad del mundo, incluso predice lo que escribiremos y buscaremos. Pero la IA no se limitará a ser una herramienta que ayude al ser humano, sino que lo sustituirá en ciertas tareas que hoy no imaginamos que pueda hacer una máquina por sí misma.
Resultado de imagen para inteligencia artificial
Fuente: Alor, J. (2018). Inteligencia Artificial. Forbes México. Disponible en: https://www.forbes.com.mx/la-ia-el-cambio-mas-disruptivo-en-la-historia/

¿Qué es una impresora 3D?

¿Qué es y para qué sirve una impresora 3D?

Vamos a empezar por el principio: a día de hoy la impresión 3D no es todavía un fenómeno masivo en el ámbito doméstico, o como mínimo podríamos decir que no ha llegado a convertirse en un objeto cotidiano en el hogar, como sí lo son las impresoras de tinta convencionales. Mucha gente desconoce los conceptos fundamentales de la impresión 3D y por ello vamos a intentar resumirlos brevemente en este post.
Una impresora 3D es un dispositivo capaz de generar un objeto sólido tridimensional mediante (y ahí radica la principal diferencia con los sistemas de producción tradicionales) la adición de material. Los métodos de producción tradicionales son sustractivos, es decir, generan formas a partir de la eliminación de exceso de material. Las impresoras 3D se basan en modelos 3D para definir qué se va a imprimir. Un modelo no es si no la representación digital de lo que vamos a imprimir mediante algún software de modelado. Por dar un ejemplo de lo anterior, con una impresora 3D podríamos generar una cuchara, o cualquier otro objeto que podamos imaginar, usando tan solo la cantidad estrictamente necesaria de material, y para hacerlo deberemos tener la representación del objeto en un formato de modelo 3D reconocible para la impresora.
Los materiales que actualmente pueden utilizarse para ‘imprimir’ son variados y lo cierto es que influyen bastante en el coste de la impresora. Cualquier impresora de bajo coste suele funcionar con termoplásticos como el PLA o ABS. Pero nos encontramos impresoras capaces de trabajar con metal, fotopolímeros o resina líquida, aunque resultan prohibitivas para entornos no industriales.
¿Y qué usos puede tener una impresora 3D y en qué campos?. La lista es larga y es difícil describirlos todos: desde piezas de instrumental médico o incluso implantes, pasando por sus aplicaciones en la arquitectura, donde puede pensarse en imprimir objetos e incluso estructuras, aplicaciones aeroespaciales, educación, y por supuesto el uso doméstico y semi profesional que abre múltiples opciones y se presenta como el futuro de la tecnología.

Resultado de imagen para impresoras 3d

Fuente: Impresora 3D. Disponible en: http://www.3dimpresoras3d.com/que-es-una-impresora-3d/